«Juro por el Dios de mis padres, juro por mi patria, juro por mi honor, que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo, hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de los poderosos». Simón Bolívar
martes, 2 de diciembre de 2014
domingo, 27 de julio de 2014
Hugo Armando Carvajal Barrios

domingo, 22 de junio de 2014
Piedad Córdoba. "Subvención".

martes, 17 de junio de 2014
"La procesión va por dentro"

sábado, 19 de abril de 2014
Chavistas en el Imperio
LIBRO: CHAVISTAS EN EL IMPERIO
Al descubierto las trampas del chavismo en Estados Unidos
Las estrategias de Chávez se sustentaron en la política de chequera petrolera, que le abrió puertas e influencias en diversos escenarios
WILFREDO CANCIO ISLA/ DLAmar abr 15 2014 21:08
La retórica antinorteamericana que esgrimió Hugo Chávez desde su llegada al poder en 1999 fue la pantalla ideológica para seducir a los sectores populares al mismo tiempo que connotados protagonistas de la revolución bolivariana encarnaban una conducta de doble rasero, involucrados en escandalosas inversiones y fraudulentos negocios en Estados Unidos.
Chavistas en el Imperio, una exhaustiva investigación del periodista venezolano Casto Ocando, sustenta la tesis de que la élite chavista que se ha servido de una amalgama ideológica para comprar influencias, hacerse de propiedades y amasar fortunas en territorio estadounidense, amparados en acciones de espionaje, narcotráfico y vínculos con el terrorismo.
“El balance del chavismo en su relación con Estados Unidos es una sucesión de trampas, tramoyas e hipocresía", dijo Ocando en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS. “Este es un libro de investigación, no de chismes ni especulaciones, que contiene las evidencias de lo que he podido probar, aunque hay una enorme cantidad de información adicional que está en proceso de comprobarse".
El libro, de 545 páginas, resume más de 12 años de faena periodística de Ocando sobre los chavistas en Estados Unidos.
Entrevista con Chávez
En 1998 entrevisté a Chávez para un canal de televisión en Venezuela, cuando nadie se imaginaba su agenda real y pasaba como un tipo jovial, jocoso. En ese momento le oí decir por primera vez que tenía gente apoyándolo desde Miami. Comencé a investigar y descubrir que se había fundado en Tallahassee Fifth Republic Mouvement, una versión en inglés de su partido político Movimiento Quinta República. La habían registrado como una corporación estadounidense, con una directiva que respaldaban activistas como Eliécer Ruiz, quien hacia campaña a favor de Chávez en programas radiales. Ruiz fue el hombre de la campaña de Chávez en el sur de la Florida. Pero dos meses después de que Chávez dijo eso la entrevista, a Ruiz lo atraparon como miembro de una banda de traficantes de cocaína. Fue para mí una premonición de lo que iba a ocurrir con el chavismo.
Cabildeo bipartidista
El balance del chavismo en su relación con Estados Unidos, ha sido una historia de escándalos, corrupción, espionaje, tráfico de drogas, vínculos con el terrorismo. Pero la contradicción de Chávez es que para su cabildeo en Estados Unidos se apoyó en poderosos aliados republicanos y demócratas al mismo tiempo. A su lado tenían a una personalidad como Jack Kemp, un prominente republicano que congresista federal por Nueva York (1971-1989), secretario de Vivienda (1989-1993) y candidato a vicepresidente en la boleta republicana de 1996. Un ícono del conservadurismo. Al otro lado, en Boston, tenían como aliado a Joseph Kennedy, del clan de la familia Kennedy.
Dinero a granel
Chávez se gastó muchísimo dinero promoviendo su revolución bolivariana e interviniendo en asuntos internos de Estados Unidos mediante donativos de petróleo a comunidades pobres de Brooklyn y a indígenas en Alaska para enviar un mensaje a su favor. El criticaba que Washington apoyaba a los grupos de oposición en Venezuela y su gobierno le lanzó una guerra a Súmate porque había recibido 53.000 dólares de la NED, cuando Chávez se había gastado 350 millones en campañas en Estados Unidos.
Boliburgueses en acción
Es impresionante la cantidad de altos jerarcas del gobierno chavista con inversiones y propiedades en Estados Unidos. El caso de Alejandro Andrade es ilustrativo. Andrade era un asesor de la alcaldía de Caracas en 2000 y en ocho años pasó a convertirse en el tesorero nacional de Venezuela. Ahora tiene una fortuna que oscila entre 300 y 3,000 millones de dólares. Y está aquí, residiendo en Wellington. No se queda atrás la historia de Víctor Vargas, uno de los grandes banqueros de Chávez, con propiedades e inversiones en West Palm Beach. En Doral te sorprendería la cantidad de chavistas que integran la lista. Gonzalo Morales, por ejemplo, es familia de una alta magistrada venezolana y figura como dueño del lujoso restaurante Zielo de Coral Gables. La mejor definición de los chavistas es que son personas que piensan como Marx, mandan como Stalin y viven como Rockefeller.
Chequera petrolera
Todas las estrategias de Chávez se fundamentaron en la política de la chequera petrolera, que sirve para abrir puertas donde sea. El chavismo buscó además grupos y organizaciones para protegerse legalmente. Y los chavistas aprendieron a cómo burlar el sistema estadounidense, metiéndosele por las esquinas. El gobierno de EEUU tiene mucha información de las tropelías chavistas, pero por razones que no entiendo o porque sencillamente entre sus prioridades no está Venezuela, no actúa. En estos momentos hay una investigación abierta sobre Diosdado Cabello, con gran jurado procesándolo. Se quiere ir al pez más gordo y en medio del camino hay banqueros y testaferros que siguen aquí sin que los toquen. No ha habido una acción consistente y sistemática para establecer el origen de fortunas como la del financista Francisco Illaramendi, quien manejaba una cartera de 500 millones de los pensionados de PDVSA a través de una compañía en Connecticut que no estaba registrada. Cuando la Security Exchange Commission (SEC) lo descubre, interviene la compañía y halla que hay un hueco de 300 millones perdidos. El caso todavía está abierto. Pero el dinero se perdió. Mucha gente en Venezuela se pregunta por qué no hay más acciones contundentes para frenar esto, porque se trata de las fortunas de los chavistas que le dan un aire tremendo al régimen. Hay clanes con fortunas de 40,000 millones de dólares.
Temor a sanciones
Las sanciones que se están promoviendo desde Estados Unidos a raíz de la crisis en Venezuela tienen nerviosos a muchos chavistas. Venezuela es un tema de dinero y de intereses, nadie está dispuesto a morir por la revolución bolivariana. Es difícil hacer una predicción de futuro, pero todo va a depender de hasta cuándo alcance el dinero. El chavismo es un tema de alianzas muy frágiles y circunstanciales, ningún empresario o militar va a dar la vida por un personaje como Nicolás Maduro. Y Maduro usa la represión porque no tiene otra manera de convencer a nadie. No solo es la represión abierta en las calles, sino también a los empresarios, buscando lealtades a través de la extorsión. Porque si no hay dinero, no perdurará el chavismo.
Chavistas en el Imperio está a la venta en las librerías de Miami y puede adquirirse además a través de amazon.com Habrá una presentación especial en la librería Books & Books de Coral Gables el próximo 5 de junio, a las 7:30 p.m.

martes, 8 de abril de 2014
Estados forajidos

domingo, 6 de abril de 2014
Juristas del horror
Insolente ignorancia
Escojan ustedes, señores de la Sala Constitucional, la destitución de María Corina Machado es un acto de ignorancia o un artero desconocimiento de la voluntad popular. Ahí se los dejo, "juristas del horror"
LUIS CHUMACEIRO
Nada más cierto, la ignorancia es insolente. Lo afirmo señalando al nunca bien ponderado teniente Diosdado Cabello, último intérprete de la Constitución, de acuerdo con criterio reciente y vinculante de la Sala Constitucional.
Conste que no lo llamo capitán porque, si fuera cierto eso de su ascenso siendo diputado, habría perdido su condición de parlamentario. Esto de acuerdo con el viejo aforismo: "Ki sa ki nan bon pou fi kodenn la se yon bon bagay pou gobbler"; que, en una traducción de esa lengua muerta que es el carupanero antiguo que me trasmitió mi abuela,dialecto habitual de las familias de la Petaca, se traduciría: "lo que es bueno para la pava es bueno para el pavo".
Me explico, igual que lo hago en el curso de "interpretación constitucional" que doy en el doctorado. Efectivamente, es un error trabajar la Constitución con los mismos criterios de literalidad que se interpreta la ley.
Para entenderla, el método más importante es el histórico contextual porque su justificación se encuentran en las raíces semánticas y su evolución histórica. Sépanlo, muchachas y muchachos de la Sala Constitucional, esa norma que le aplicaron a María Corina está desde siempre en nuestra Constitución real.
En 1811, era el artículo70 que disponía: "Ninguno de ellos (los parlamentarios), durante el tiempo para que ha sido elegido, y aunque no esté en ejercicio de sus funciones, podrá aceptar empleos ni cargo alguno civil que haya sido creado o aumentado en sueldos o emolumentos durante el tiempo de su autoridad legislativa".
En 1830, año inaugural de la República, eran dos artículos, el 82: "El ejercicio de cualquiera otra función pública es incompatible, durante las sesiones, con las de Representante y Senador"; y el 85:"Durante el periodo de sus destinos no podrán los Senadores y Representantes admitir empleo del Poder Ejecutivo, sino el ascenso (errata) de escala en su carrera".
¿Por qué se establecían estas reglas? Un parlamentario está para controlar al Ejecutivo y se quería evitar que los compraran con cargos públicos.
Esta justificación, la cual tampoco es nuestra sino que nos viene de la tradición anglosajona, resulta muy difícil de entender para quienes nunca han cumplido su función contralora; al permitir el inusitado endeudamiento público y la renuncia a la cláusula de jurisdicción para que sean nuestros propios tribunales los que juzguen las controversias que surgen de los contratos de interés nacional.
Desde siempre, el concepto de cargo público es el de una función permanente en el ámbito interno. Fíjense ustedes, muchachones entogados y uniformados de rojo, en la cuenta de la sesión del 8 de mayo de 1830 del Congreso Constituyente, momento inaugural de nuestra verdadera República, consta que se decidió la incompatibilidad de Secretario de despacho Ejecutivo con la de diputado al Congreso, sea Constituyente o legislativo.
Esto se hizo así porque el diputado Diego Bautista Urbaneja era Secretario de Hacienda y Relaciones Exteriores y Miguel Peña del Interior y Policía. Situación similar se produjo con el General Carlos Soublette, Secretario de Guerra y Marina (cfr. Acta 13-530).
Los dos últimos tuvieron que renunciar para poder ejercer la diputación, el otro nunca la ejerció. Posteriormente, se excepcionaron cargos asistenciales, académicos, electorales y accidentales porque no habían suficientes médicos, docentes y otros profesionales en el país.
La prerrogativa de inviolabilidad impide que al declarar ante cualquier instancia internacional la diputada cometa delito, ya que no es responsable por votos u opiniones emitidos en el ejercicio de su función; y al denunciar la barbarie de este régimen estaba cumpliendo con su deber.
Es verdad, no pidió permiso para ocupar accidentalmente un espacio en la OEA, yo tampoco lo haría en estas circunstancias; pero la Constitución no trae sanción alguna a tal incumplimiento.
Además, el ordinal 23 del artículo 187 prevé que "la separación temporal de un diputado o diputada sólo podrá acordarse por el voto de las dos terceras partes de los diputados y las diputadas presentes". De manera que, si para suspender a un parlamentario expresamente se requiere una mayoría calificada, mucho menos podía Diosdado destituirla.
Escojan ustedes, la destitución de María Corina es un acto de ignorancia o un artero desconocimiento de la voluntad popular. Ahí se los dejo, "juristas del horror".
@luischumaceiro

jueves, 27 de marzo de 2014
Ánima Sola

sábado, 22 de febrero de 2014
Rubén Blades responde a Nicolás Maduro.
Rubén Blades responde a críticas de Nicolás Maduro y le da clases de Socialismo
Publicado el Viernes, 21 Febrero 2014 00:03
Luego de que Nicolás Maduro refutara las palabras de Rubén Blades, invitándolo a venir a Venezuela y a darse cuenta de "su realidad", el cantante panameño no dudó en escribirle una carta abierta en donde hasta le da clases de socialismo:
Señor Presidente Maduro:
He tenido la oportunidad de ver un vídeo en el que se dirige a mi persona, en ocasión de una nota que he publicado en mi página de internet. No acostumbro responder comentarios, pero me siento obligado a referirme a sus palabras por el hecho concreto de que en el vídeo mencionado, usted me nombra directamente. Espero que el dicho vídeo no resulte una falsificación como las que hoy abundan en internet, y si lo fuera, confieso que es de muy buena calidad.
Con el respeto que merece su condición de Presidente, y como tal, representante de una Nación, debo iniciar esta nota agradeciendo el tono general de su comentario a mi escrito. Me complace entender en su gesto amable, que comprendió la buena intención de mis pensamientos, hechos con el corazón puesto en el pueblo venezolano.
Sin ánimo de entablar duelos epistolares, comento solamente con la intención de aclarar algunos de los temas por usted expuestos en el día de ayer, que me atañen de manera personal.
1. Los comentarios expresados por mí, en relación con la difícil situación que hoy vive Venezuela, no son derivados de las noticias de CNN, o de Univisión, o cualesquiera otra fuente noticiosa, “imperialista” o no. Nacen de cartas, comentarios y de reflexiones hechas por amigos, dentro y fuera de Venezuela, y de la lectura cuidadosa y analítica de innumerables publicaciones, tanto afectas como antagonistas a su gobierno. El carácter diverso del material que usualmente escojo para mis lecturas, tiende a nutrir amplia y objetivamente mis puntos de vista.
2. No me he sumado, consciente o inconscientemente, a ningún tipo de complot orquestado por la C.I.A., ni formo parte de ningún "Lobby Internacional" con el propósito de crear mala publicidad para gobierno alguno. Me sorprende escuchar una vez más este tipo de acusaciones, en pleno siglo XXI, cuando debíamos haber superado ese asunto de las etiquetas. Si critico a alguien que se considera de izquierda, soy de la CIA; si critico a quien se considera de derecha, entonces soy comunista; cuando critico al militarismo, soy “subversivo”.
3. Considero como una verdad, el hecho de que el extinto Presidente Chávez haya demostrado, con sus consecutivas elecciones ganadas, el desprestigio de la partidocracia tradicional en Venezuela, y el deseo de cambio expresado libremente en las urnas por la voluntad popular. Pero también es verdad que hoy Venezuela no es una Nación unida: es un país cuya población está polarizada políticamente, una sociedad sumida en contradicciones obvias, con un gobierno electo por un estrecho margen, 1.49%, que no alcanzó el 51% de los votos de alrededor de un 80% de la población votante y con un ausentismo electoral del 20.32%. Ese gobierno, sin embargo, está decidido a imponer un sistema político/económico (que no califico ni descalifico), pero que obviamente no es aceptado por la mayoría de la población. En una situación como la descrita, parece recomendable realizar una consulta nacional para que el pueblo tome su decisión. Sin ello, lo que se percibe es eso, una imposición. Creo que su gobierno, Presidente Maduro, no posee la mayoría representativa que justifique lo que le está haciendo al país. Por otro lado, la oposición, mezcla de lo que existió en el pasado político de Venezuela y de lo nuevo que hoy lucha por hacerse respetar y considerar, no está formada por cuatro gatos fascistas, como se pretende hacer ver. Es una vital cantidad de personas. En estas circunstancias, la realidad de Venezuela es hoy como sería la de una casa donde la familia esta dividida, y existen habitaciones en las que la otra mitad no puede vivir, ni transitar. La Venezuela de hoy no es la Nación que todos sus habitantes desean, es una versión de país a la que sólo parece apoyar el 50% de la población, tomando en cuenta el total de los votos emitidos en las elecciones del 2013. Esa realidad determina la necesidad de considerar una modificación del rumbo presente, en busca de un balance que permita el desarrollo del argumento nacional en sus propios términos, más realista y menos agresivo; una Venezuela en la que no sean necesarios los gritos de "Patria o Muerte", entre hermanos.
4. Como los Chavistas se auto-definen como "Socialistas", debemos asumir que comprenden de lo que hablan, y que han estudiado a quienes inicialmente convirtieron las teorías sociales de Marx y Engels, en propuestas experimentales del socialismo y el comunismo, particularmente en Rusia, tras la revolución bolchevique de 1917. Deben conocer, por ejemplo, los comentarios vertidos por Vladimir Ilich Lenin en su folleto titulado, "La Enfermedad Infantil del Izquierdismo en el Comunismo", (este título no es un artificio al estilo Borges, así lo tituló el propio Lenin y si no lo creen, pregunten a Fidel, que él debe haberlo leído). En ese escrito cita Lenin los errores que se cometen en nombre del izquierdismo, por no considerar las circunstancias objetivas a la hora de tomar decisiones, y peor aún, las consecuencias históricas que produce no reconocer y rectificar dichos errores. Allí describe cómo, en 1918, los camaradas Radek y Bujarin, máximos representantes del entonces llamado "Comunismo de Izquierda", fueron obligados a reconocer públicamente su error, al no comprender ni aceptar inicialmente que, el argumento para justificar la Paz de Brest, no constituía necesariamente un compromiso con los imperialistas, sino que obedecía a una necesidad política determinada por las condiciones objetivas del momento, algo que Lenin describió como un “do ut des”, un te doy para que me des. La metáfora que hace Lenin sobre asaltantes y asaltados aclara muy bien el argumento. ¿No es, acaso, un “do ut des” el acuerdo que tiene Venezuela con el “imperialismo” en el caso del petróleo venezolano, que suple a Estados Unidos a cambio de los dólares que necesita la economía del país?
5. Este mismo criterio indicaría que, en las presentes circunstancias, no resulta apropiado que su gobierno imponga sus deseos, o desconozca, o pretenda ignorar la validez de los argumentos planteados por sus críticos venezolanos. No creo que es a través de la represión, la censura, o el recurso demagógico que se produce la respuesta racional a una condición objetiva inobjetable. Tal actitud solo provocaría más violencia, que generaría la posibilidad de una ingobernabilidad, un vacío político que podría ser llenado con un golpe militar, la única institución con la capacidad de organización y poder coercitivo para enfrentar el caos institucional y civil resultantes.
6. Nunca he estado, no estoy, ni estaré de acuerdo con intervenciones armadas del país que sea en los asuntos internos de nuestras naciones. Categóricamente lo digo. El mío sufrió ese mal, y no lo justifico de ninguna manera.
7. Aunque agradezco su invitación a visitar Venezuela, no considero apropiado aceptar en este momento. Tal visita podría ser considerada como un endoso a su gestión y a la posición de su gobierno. De igual forma, tampoco aceptaría una invitación en tal sentido por parte de los que lo oponen; no ahora. Y para aclarar aún más este punto, he recibido también ofrecimientos de trabajo importantes para ir a Venezuela este año, y de igual manera las he rechazado porque no me parece correcto hacerlo en las actuales circunstancias que vive el país.
8. En cuanto al "alma venezolana", señor Presidente, y a la nobleza de su pueblo, la conozco muy bien porque la llevo dentro, sin etiquetas, junto a mi alma panameña y latinoamericana. Ese argumento no entra en esta discusión. Esa alma, además, me la encuentro dentro y fuera de ese noble país, desde mi primera visita en los años 60. Y se acrecienta con los años y se reaviva en mi amistad con César Miguel Rondón, Pedro Leon Zapata, el finado, pero aun amigo, José Ignacio Cabrujas; Jonathan Yakubowicz, Edgar Ramirez, Budu, Oscar de León, Clarita Campins, Marilda Vera, Gustavo Dudamel, Ozzy Guillén, el gran Luis Aparicio; en mi admiración por Don Simón Díaz -cuya desaparición justamente hoy tenemos que llorar- Aldemaro Romero, el Profesor Abreu y tantos otros magníficos expositores del talento, capacidad y nobleza del pueblo de Bolívar. Todos ellos me refuerzan la presencia de esa alma. Y quizás ninguna me resuene por dentro más representativa que la de mi querido y recordado amigo, Luis Santiago, que se nos fue joven, durante la tragedia de La Guaira del '99, y por eso será joven eternamente, igual que el inspirador ejemplo planteado por la excelencia de los jóvenes de El Sistema, el grupo de las Orquestas y el vocal, todos maravillosos ejemplos de lo que logra el trabajo, la disciplina y la esperanza de ser mejores. Sin alharacas, ni alaridos panfletarios, con la guía de maestros venezolanos, el sector popular demuestra su calidad mundial.
No necesito ir a Venezuela para encontrar a su alma, porque ella va conmigo adonde sea que yo vaya, desde hace tiempo ya.
9. No deja de tener credibilidad la afirmación de que, bajo gobiernos de lo que se denomina izquierda, se crean más oportunidades para el sector popular. Por regla general, los gobiernos que se dicen de derecha se preocupan más por sus intereses particulares que por los del pueblo al que alegadamente representan. Pero creo que hay distintas versiones con las que tipificar el empoderamiento del que usted habla (entendiendo que "empoderar" significa el dar posibilidad de hacer y poder) al "Pablo Pueblo" que describo en mi canción. Una de ellas es creando el espacio para que su dignidad sea respetada y sus derechos también. Otra es brindando la oportunidad para desarrollar su capacidad, no solo con subsidios que lo hagan dependiente de otros, o que estimulan los peores instintos que todos poseemos. Para mí, la verdadera revolución social es la que entrega mejor calidad de vida a todos, la que satisface las necesidades de la especie humana, incluida la necesidad de ser reconocidos y de llegar al estadio de auto-realización, la que entrega oportunidad sin esperar servidumbre en cambio. Eso, desafortunadamente, no ha ocurrido todavía con ninguna revolución.
Le expreso mis opiniones, Señor Presidente, sin odio, sin agendas secretas, ironías, ni intereses subrepticios. Reitero mi agradecimiento por el tono de su conversación y por su consideración al otorgar la atención de su valioso tiempo a las palabras de este panameño de Latinoamérica.
Termino con una especie de ruego a los bandos enfrentados en la querida Venezuela: empiecen a sumar y dejen ya de restar. Y que se detengan los insultos y la diatriba, para que los venezolanos empiecen a conversar; que el silencio es el mejor preámbulo a un diálogo razonado.
Viva Venezuela!
Atentamente,
Rubén Blades
SuNoticiero

viernes, 14 de febrero de 2014
Bloqueo de Interrnet.

martes, 11 de febrero de 2014
lunes, 10 de febrero de 2014
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